Ferdinando Rancan
Yo estuve siempre a su lado
"Hay que meterse en el Evangelio como un personaje más". A la luz de este consejo de San Josemaría, el autor contempla las incidencias de la vida pública de Jesús hasta su Ascensión al Cielo, y los años posteriores de la vida de María.
-« Hay que meterse en el Evangelio como un personaje más ». A la luz de este consejo de San Josemaría Escrivá, Ferdinando Rancan se introduce entre sus páginas como un niño huérfano acogido en el hogar de Nazaret, que comparte las vidas de Jesús y de María.
Ediciones Rialp ya ha publicado Yo también vivía en esa casa, que relata los grandes y pequeños sucesos de la Sagrada Familia. En esta su segunda parte, el autor prosigue contemplando con sus ojos de niño las incidencias de la vida pública de Jesús, hasta su Ascensión al Cielo, así como los años posteriores de la vida de María.
Confiesa el autor que, desde que asumió esta perspectiva, «el Evangelio ya no ha sido para él simplemente un libro, sino una aventura personal». Por eso, gozoso, desea compartirla y animar a otros a afrontarla.
Ferdinando Rancan, sacerdote italiano octogenario, impregna de infancia espiritual su contemplación del Evangelio, la adoba con su fantasía -eso sí, sin forzamientos arbitrarios que alteren la realidad histórica-, y ofrece un relato brioso y entrañable de la vida pública del Señor y de los últimos años de la Santísima Virgen, con el que acerca y hace más amable al lector las figuras de Jesús y de María.