Educación infantil personalizada

Diez capítulos- firmados todos ellos por figuras señeras en el campo de las materias tratadas - y siete apéndices que completan el libro como unidad armónica, sólidamente construida, ofrecen al lector interesado el horizonte anchísimo de la EDUCACION INFANTIL PERSONALIZADA. Un título acaso forzado por la terminología oficial- la LOGSE, de 1991, introdujo la denominación de Educación Infantil, comprimiendo un concepto que es bastante más amplio-, aunque la designación anterior, Educación Preescolar, pecaba seguramente de insuficiente. Mientras se acuña el término justo, que vaya a ser el definitivo, el título adoptado da cumplida idea, sin embargo, de lo que contiene sus páginas.
Lo que sí es evidente es la radical importancia de la acción educativa en los primeros años de la niñez, período decisivo que puede marcar derroteros e impulsos para la vida entera. Tramo formativo que reclama hoy, además, especiales cuidados para determinadas circunstancias que han desguarnecido sus defensas tradicionales: el resquebrajamiento de la familia, por ejemplo.
Desde ese punto de partida, se apresura el libro a presentar al niño como persona deshaciendo el error de considerarlo "un adulto en miniatura", "objeto de entretenimiento o centro de preocupación", para afirmar su condición de "ser a quien es menester ayudar para que se vaya haciendo capaz de dominar las cosas, para dominarse después a sí mismo y para trascender su propia vida compartiéndola con los demás".